La elegancia, porte y belleza de Anabel
ANABEL MARTÍN – FALLERA MAYOR 2022 – FALLA REINA – VTE. GUILLOT
Anabel es mi Fallera, la fallera de mi camara. Con ella todo es facil, sencillo y hermoso. Todo empezó en el 2019 cuando su reinado comenzaba. Otra de mis falleras pandémicas. Falleras que por las circunstancias que todos conocemos y no voy a volver a explicar les ha tocado vivir un reinado excesivamente largo, con todo el desgaste que eso supone. Cuatro años en los que he podido captar en numerosas ocasiones esa belleza felina y porte elegante que ella tiene.
Como ya os he comentado, con ella todo es muy sencillo. Nos conocemos y sabemos ambos lo que queremos el uno del otro, nuestros pequeños secretos. La sesión se realizó en el centro de Valencia, el marco perfecto para la elegancia de Anabel. Hoy tocaba un traje verde botella de Mar de Somnis simplemente espectacular.
Los Jardines de Monforte fueron la primera parte de nuestro idilio fotográfico. Su elegancia y belleza paseando por esos jardines del siglo XIX donde antes damas y caballeros pasearon en tardes valencianas. Entre lavandas y azahares pude ir capturando el sueño fallero de Anabel.
Mi cámara no cesaba de disparar, en cada rincón de ese jardín encontrábamos un maravilloso encuadre, un lugar pictórico. Se había desatado la tormenta perfecta.
Tocaba trasladarse a las Torres de Serranos, esas mismas desde las que la Fallera Mayor de Valencia anuncia todos los años el comienzo de nuestra fiesta e invita al mundo entero a disfrutarlas. Pero aunque eso sea así, por algún motivo que ni el propio Iker Jiménez podría descubrir a los profesionales se nos tiene prohibido el acceso. Ese día fue uno de ellos, la celadora de turno nos impidió el acceso, dio igual las explicaciones, daba igual que no molestes, que no cortes accesos, que sea patrimonio de los Valencianos, de nuestras falleras y falleros. Da igual. Aunque nuestras fotos, la de los profesionales, sean vistas por millones de personas, sean la mejor publicidad gratuita de nuestra fiesta, el acceso está prohibido si eres profesional.
Así que había que seguir disfrutando de esa elegancia y belleza desde otras perspectivas. Esa guardiana de las Torres no iba a impedirlo. Y vaya si lo hicimos. Nuestra sesión siguió desatada y perfecta.
“Para poder disparar una foto necesito emocionarme”